Subite a mi Tacho, que te llevo

El Centro Juventud Sionista derrotó a Obras Sanitarias por 91-89 tras igualar en dos suplementarios (70-70 en el tiempo regular y 78-78 en el primero) y así sigue en su racha triunfal. El Centro logró 5 victorias consecutivas y superó el record histórico de triunfos al hilo en la historia del club.
El partido fue muy parejo, duro y friccionado. Obras salió a hacer su juego que es defensa al límite del reglamento y Sionista alternó muy bien defensas zonales con marcas personales. Eso complicó mucho a los tacheros, que tiraron en total 27 triples: muchísimos.
En el tiempo reglamentario, Obras se mantenía gracias a sus triples y sus buenos pick and roll. Sionista sacó las de ganar cuando el aro se le cerro a los tacheros. Muy buenos contra golpes y defensa dura eran las claves.
El marcador mostraba 68-68. Erron Maxey, extranjero de Obras, tiró muy incómodo ante la buena defensa de Sionista y convirtió. Quedaban 12 segundos y Sioni tenía la bola. Ahí se agigantó la figura de Eduardo Villares, quién con un doble pisando la línea de triple agónico le dio el empate en 70 al Centro: a suplementario.
El primero tiempo agregado se jugó muy friccionadamente y se convirtieron pocos puntos (8 por lado). Una serie de errores por parte de los 2 llevaron al segundo y, por suerte definitivo suplementario.
Obras arrancó con todo el segundo sumplementario. Un triple y un foul y gol de Tittarelli le dio una ventaja de 6 puntos a los locales, que parecía que se alejaban. Pero a la jugada siguiente sucedió lo que desbalanceó a Obras: la 5ta falta del base tachero Tittarelli. Entro Cristián Cortés, que es muy jóven pero con mucho talento. Se dice que para estos tramos del partido se necesita experiencia y Cortés no la tiene. Con un par de buenas desiciones y defensa Sionista igualó las acciones. Con un triplazo de Juan Cantero (que va a participar del torneo de triples en el Juego de las Estrellas) Sioni se puso 91-89. Maxey falló un doble muy exigido ante otra buena defensa de Sionista. La bola quedó boyando en el piso y nadie la agarró. Eso significo la victoria para la visita.