Festejado triunfo. Sufrido, es cierto, pero festejadísimo. Sionista debía ganar un juego de visitante para no caerse anímicamente y seguir intentando salir de este mal momento. Y robó uno muy complicado, ante un Gimnasia de Comodoro Rivadavia que llevaba 11 partidos invictos en el Socios Fundadores. Y fue por la mínima: 80-79.
Así me gusta, Sioni. Así sí que hay chances de ilusionarse. Porque luego de un primer cuarto favorable (22-11), el equipo tuvo un bajón (llegó a perder 52-46), pero no decayó en sus intenciones, siguió luchando, volvió a encontrarse con su juego, no se desesperó al final, defendió muy bien en el último minuto, no marró desde la línea y se llevó un merecido y alentador triunfo.
Excelente Diego Osella, Alejandro Zilli y Daniel Hure. La victoria se construyó desde el poste bajo ante la endeblez defensiva de Gimnasia, que, con la lesión de Hakeem Rollins, perdió mucho peso en la zona pintada.
Mucho coraje de Pedrito Franco, de Mati Fioretti, Rama Iglesias y de Patricio Rodríguez y, por supuesto, las ganas de Chris Hayes, que a estas alturas ya no es una revelación, sino que es una realidad.
Osella y Zilli con 13, Franco y Hayes con 12 los máximos anotadores de el encuentro.
Así sí es posible soñar, porque todavía depende de nosotros. Porque Sionista se enfrenta el lunes con Argentino y el miércoles con Bahía Estudiantes y, además, la interpareja con Libertad no es para nada fácil. Porque Boca, Ciclista Olímpico, 9 de Julio, Quimsa y Monte Hermoso se van a sacar puntos entre ellos. Porque ahora vuelve Juan Manuel Locatelli, que sabemos que en estas no se borra. Será de vital importancia ganar estos dos juegos, para seguir creyendo, para seguir soñando que, en definitiva, no cuesta nada.
Foto: Ligate una Foto
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