El Centro Juventud Sionista derrotó por 76-72 a Libertad de Sunchales, en Paraná, y obtuvo así su cuarta victoria consecutiva. Con una gran personalidad, Sioni destrabó un encuentro que pintaba muy complicado.
Libertad, y no descubriré nada al decirlo, tiene un enorme plantel, con el extranjero más desequilibrante de la Liga, Laron Profit, fuerza interior con Andrés Pelussi y Rubén Wolkowisky y buena conducción con Sebastián Ginóbili. Los Tigres no pudieron contar con Pablo Moldú.
Pero Sionista no sabe de imposibles. Jugó muy bien en equipo y esa fue la clave de su éxito. Sin embargo, hay que decirlo, Libertad jugó mejor los dos primeros cuartos, básicamente porque Profit y Cleottis Brown estuvieron imparables. Igualmente, se nota que la principal falencia de este tremendo conjunto pasa desde el banco: no tiene un entrenador gravitante. Se fue Juan Parola y quedó su asistente Javier Bianchelli. Me pareció que nunca supo transmitirle tranquilidad a sus dirigidos.
En el inicio del tercer cuarto, Sionista supo dónde estaba el negocio: en la defensa. Se ajustó mucho la marca sobre Profit y Wolkowisky, y se rezó porque los demás no estén en su noche. También se apostó fuerte al ataque en transición.
El último cuarto fue lo mejor que mostró Sionista, ya que solidificó lo que venía haciendo antes y terminó de noquear a un rival extenuado y que no pudo hacer uso de su largo plantel debido a que nunca supo cómo quebrar a un Sionista paciente y que entendió cómo ganar el partido.
El goleador del Centro fue Chuckie "La Garantía" Robinson, que terminó con 18 puntos y 8 rebotes. Bien lo de Cequeira (14 y 3 asistencias) y el cumplañero Cabrito Hure (13).
Ganó bien Sioni, porque estuvo sereno, tranquilo, y manejó la pelota con su acostumbrada eficacia.
foto: El Diario de Paraná
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