Opinión: ¿Enojado o decepcionado?

Es cierto que pasó mucho tiempo desde que no se actualizaba el blog. Ya son doce las caídas al hilo que acumula el equipo. Sin embargo, yo preferí esperar un tiempo prudente para empezar a encontrar culpables de esta racha completamente adversa. Quería ver al equipo personalmente ya que, los últimos tres partidos que había observado (los de la Liga de las Américas) no fueron malos y no se jugó de la manera en la que las crónicas de la Liga Nacional decían.

Esperé, porque sabía que los muchachos venían a jugar contra Lanús y Boca a Buenos Aires. Esperé para saber bien cómo venía el panorama. Para verlo con mis propios ojos. Para presenciar si ese Sionista era el mismo que me había ilusionado en los inicios de la temporada.

Ayer, Boca nos propinó otro revés (89 a 84 en suplementario). Me fuí treinta segundos antes que termine el pleito, pero con todo definido. Escuché la chicharra del final y fue como un puñal en el corazón. Ver a Sionista en el fondo de la tabla, y cada vez más hundido, ya es moneda corriente. Cuesta encontrar una explicación concreta al mal momento sino que todo se está dando por una acumulación de males y de falta de confianza. Ahora bien, como hincha a mi me surgió un interrogante: ¿Qué es peor: estar enojado o decepcionado?

Primero pensé que el estado de enojo no era bueno, ya que sólo trae aparejado bronca y nubla el estado de análisis. Sin embargo después caí en la cuenta de que la decepción es diez veces peor: Si estás decepcionado es como que tenés los brazos abajo, como que ya esperás el reves, como que estás listo para saber lo peor. Y eso me pasa con Sionista, estoy decepcionado.

Decepcionado porque el equipo prometía, y está hundido. Decepcionado porque hay material, pero parece que no hay ganas. Decepcionado porque Sioni siempre peleó hasta el final, siempre la luchó, siempre defendió y ahora parece haber perdido esos valores. Decepcionado porque nada parece cambiar. Ahora el equipo está perdiendo por 16, se acerca a 5, se desespera, pierde la línea y nuevamente le sacan 10 o 12 puntos. Así, se complica demasiado todo y los partidos se hacen cuesta arriba.

Sebastián Svetliza no encuentra el equipo. Los resultados no acompañan, la racha parece seguir alargándose. Usted ¿está enojado o decepcionado? Saque sus conclusiones.