sábado, 8 de enero de 2011

Año nuevo, vida nueva


Así reza el popular dicho y muchas personas lo evocan esperando un año entrante mejor, próspero. Sin embargo, el "Año nuevo, vida nueva" para el Centro Juventud Sionista habla de que, por lo poco mostrado en la cancha en la derrota ante Obras Sanitarias por 85 a 55, es una vida menos para el equipo en esta Liga Nacional.

Los Tacheros tienen un gran equipo: Juan Gutiérrez, Luís Cequeira, Joshua Pittman, William Mc Farlan y Leonel Schattmann. También está Julio Lamas, flamante nuevo DT de la Selección Argentina. Pero más allá de eso, asusta la pálida imagen que dejó Sionista, que se mostró sin armas para atacar y que sólamente jugó medio cuarto en un nivel aceptable defensivamente.

Creo que no resultará exagerado decir que fue la peor derrota que le propinaron al Centro de local desde que juega las categorías de Liga (A, TNA y B). No por los 30 puntos que le sacó su rival, sino porque los dirigidos por Sebastián Svetliza perdieron la brújula y no contagiaron a un público que se miraba, cavizbajo y sin entender porqué Sioni, que siempre sacó adelante partidos complicados y nunca bajó los brazos, lo estaba haciéndo y estaba entregando un encuentro que tuvo un cuarto y medio de más y que resultó una exhibición, una práctica de Obras.

En los primeros cinco minutos, la visita se alejó por 13 a 3, una reacción del Centro (lo mejor en el partido) y un parcial de 14 a 3 hizo que los nuestros se vayan en ventaja por 17 a 16.

De ahí en más, absolutamente todo fue de Obras, que fue un vendaval ofensivo y en los segundos diez minutos sacó 15 (44 a 29). Bastaba ver la cara de los jugadores de Sionista para darse cuenta que no había vuelta atrás. Algunos, y me incluyo, esperaban un cambio de actitud, como tantas otras veces se dio; como tantos otros reveses soportamos.

Nada se modificó luego del descanso largo. El Tachero salió intenso, Sionista a ver qué pasaba. Cuando quedaban 5:30 para el final del tercer chico, la visita se escapó 63 a 37 y demostró, a las claras, que el Centro no quería saber más nada con el partido.

Resulta repetitivo y a frase hecha, pero el último cuarto estuvo completamente de más. Ni siquiera le sirvió a Sioni como para lavar un poco su bronca, para encestar un par de tiros e ir adquiriendo confianza. Nada, absolutamente nada. La visita siguió demostrando su arsenal de variedades para atacar las tenues defensas que imponía Sionista.

Los jugadores que participaron como internos en el partido (Zilli, Fioretti, Osella y Hure) hicieron 35 de los 55 puntos del equipo. Sionista sigue tirando paupérrimos porcentajes de cancha: 10% en triples (2/20) y 44% en dobles (16/36).

El Centro no encuentra el aro, no encuentra el rumbo y ahora tendrá una agenda cargada con partidos, incluyendo un viaje a Arecibo, Puerto Rico, para disputar la Liga de las Américas. Quizá esto es bueno, para seguir aceitando una máquina que debería haber empezado a funcionar hace tiempo. Justamente tiempo y partidos, sobran, pero cada uno perdido es una vida menos para demostrar que este equipo puede quedarse en la elite del básquet.

foto: Diario Uno de Entre Ríos

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