No está dicha la última palabra

Era la chance. Definir de local, contra un equipo que venía alicaído, con su presidente en un estado de pesimismo puro y con la gente a su favor. Pero Atenas es Atenas y por algo es el máximo campeón de la Liga Nacional. En un partido desparejo y que siempre tuvo un dominador, la visita se impuso a nuestro Centro Juventud Sionista por 95 a 72 e igualó la serie en dos con un quinto juego que será en Córdoba.

El que vio el partido del miércoles, en donde Sioni triunfó, pensó que el equipo iba a salir de otra manera, pero no: dormido en defensa e intrasendente en ataque. Atenas era la antítesis del local con buenos ataques en transición y sólidas defensas. Así, se alejó a 10 (23 a 13) en el primer cuarto.

Sioni parecía perdido en la cancha. No le podía encontrar la vuelta al partido y eso se vio reflejado en los paupérrimos porcentajes de cancha: 47% en dobles, 25% en triples y 50% en libres. El Griego era puro oportunismo y desde ahí manejó todas las acciones del partido. Llegó a sacarle 24 puntos (48 a 24) y se convenció de que lo de dos días atrás no fue casualidad sino causalidad de un Sionista acéfalo.

Los dirigidos por Sebastián Svetliza salieron con otra actitud y, aunque el tercer cuarto comenzó por demás errático, Sioni metió un parcial de 10-2 (37 a 50) y parecía que se venía. Pero Atenas, de la mano de Albert White y Diego Lo Grippo volvió a estirar la diferencia a 16 y cerró el cuarto (favorable por 23-21 a Sioni) arriba por 69 a 50.

El último cuarto comenzó con un Sionista un poco más decidido en ataque y con, con un parcial de 14-4, logró acercarse a 9 puntos. Fue en ese momento que Diego Rougier, Roberto Smith y Fabricio Vito comenzaron a tomar más preponderancia de la que debían en el partido. Cobraron dos faltas inexistentes a favor de Atenas y ahí la balanza definitivamente se inclinó en favor del Griego. Igualmente sería injusto y falaz atribuirle todo a los pitos. Atenas jugó un partidazo y, con 11 puntos de Diego Lo Grippo y un par de malas ofensivas de Sionista, la visita se fue a 16 (84 a 68) y terminó por moldear una gran victoria para ir a Córdoba con la serie igualada en dos.

El máximo anotador de Sioni fue Alejandro Zilli, con 19 unidades, seguido por Javier Martínez con 11 y Patricio Rodríguez con 10. Pero el local nunca pudo parar a Diego Lo Grippo (21) y Albert White (20) y lo sufrió.

Sioni lo perdió porque nunca encontró respuestas en ofensiva y se apuró cuando debía bajar los decibeles. Necesitó de Javier Martínez y Chuckie Robinson y fueron bien frenados. Necesitó los triples de Buchanan y la pelota no quiso entrar. Necesito la conducción de Cequeira y la polenta de Hure, pero esta vez no se pudo.

Sin embargo, no está dicha la última palabra y ahora es Sionista el que viajará con todo por ganar. Los equipos que no tienen nada que perder asustan, porque tienen hambre de gloria. Ese hambre que todavía tiene Atenas. Ese hambre que Sioni todavía no perdió.

foto: El Diario de Entre Ríos